El próximo Día Internacional del Trabajo protagonizó el círculo de silencio que Cáritas Diocesana de Salamanca celebró ayer, como corresponde a cada último jueves de mes. Pese a las inclemencias meteorológicas en torno a medio centenar de personas se reunieron para defender el derecho de todas las personas a tener un empleo que les permita vivir en condiciones de dignidad. Al finalizar el círculo, un voluntario del Centro de Empleo, Promoción y Formación Padre Basabe leyó el manifiesto.
Como es habitual, este círculo se desarrolló al mismo tiempo en varias parroquias de la diócesis de Cáceres y en Beja, Portugal.