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Monseñor Julian Barrio destaca el esfuerzo y la entrega de los agentes de Cáritas ante «la interpelación de los pobres»

6 noviembre, 2017

“Caritas conlleva esfuerzos, entrega y trabajo, sabiendo que las personas que en ella trabajan se comprometen a servir con un trabajo voluntariamente ofrecido”. Estas palabras fueron pronunciadas por el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, durante su intervención en la Asamblea General Ordinaria de Cáritas Diocesana, máximo órgano colegiado de la institución, celebrada el 4 de noviembre en las instalaciones del Colegio La Salle con el lema “Cáritas: retos de futuro”.

En su intervención, monseñor Barrio subrayó que Cáritas “no es un órgano personificado de nadie: es la misma Iglesia, con su carácter comunitario y, por tanto, la continuación de la manifestación de amor de Jesucristo”. Señaló, en este sentido, que la acción caritativa se conecta con las esperanzas históricas de la humanidad, y con las experiencias originarias de la fe “porque derivan de una iniciativa de revelación y redención divinas”.

“El pobre nos interpela, debe ser evangelizado y nos ayuda a evangelizarnos”, aseguró. Por eso, el prelado recordó la necesidad de conocer los procesos sociales que originan la pobreza, denunciar los atentados contra la dignidad humana, anunciar la buena noticia de la creación de nuevas formas de relación, potenciar el compromiso de la acción de la vida pública y social, y fomentar la comunicación y el diálogo con los diversos sectores sociales y Administraciones Públicas

Para monseñor Barrio, el amplio movimiento de renovación y revitalización de Cáritas en sus diferentes niveles “está promoviendo no sólo la multiplicación de cauces e iniciativas concretas al servicio de los más pobres y marginados, sino también una progresiva concienciación de toda la comunidad cristiana frente a la pobreza y frente a la necesidad de la respuesta eclesial. Ver a un pobre es sentirnos todos pobres”.

Durante el encuentro, los agentes de Cáritas, en número cercano a los tres centenares, conocieron los trabajos, realizaciones y la ejecución económica en los dos últimos ejercicios, que ofrece un saldo positivo.

Llamada a ser comunidad

El delegado episcopal de Cáritas, Jesús García Vázquez, fue el encargado de dirigir la oración y hacer una reflexión sobre el prójimo, del que dijo “es aquel que encontramos en el camino de nuestra vida, el que crece y trabaja, que se alegra y llora a nuestro lado. Aquel de quien nada dices porque pasas a su lado sin mirar o mirando para otro”.

El ponente del encuentro, José Luis Pinilla, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, profundizó en las miradas que nos llaman a ser comunidad.

Durante su intervención invitó a reflexionar sobre la acogida que prestan a las personas empobrecidas y descartadas desde las comunidades en general y las Cáritas en particular. Se refirió a que en Cáritas se tiene que trabajar a pie de vecindad, ya que “el primero rostro que ve el pobre es el nuestro”. Insistió en que “tenemos que cultivarla mirada del encuentro, para que el otro se reconozca como personas al hablar con nosotros”.

Pinilla comentó que se tiene que trabajar intensamente con una serie de aspectos fundamentales: proteger, promover, defender e integrar. Al mismo tiempo, mencionó la solidaridad integral, la visualización, la austeridad, la conciencia crítica, apostar por la erradicación de la exclusión y trabajar en los espacios de encuentros.

Recordó, además, que es necesario seguir el itinerario de Cáritas, que se fundamenta en la creación de comunidad. “Desde mi actual trabajo eclesial con los inmigrantes”, señaló, “quiero seguir respirando y soñando como las mariposas, que vuelan en los libres caminos del aire, para acompañar los caminos del éxodo humano”

Homenaje: 375 años de servicio

Durante un acto presidido por el arzobispo de Santiago, se rindió homenaje a un grupo de agentes –voluntarios y técnicos– que llevan más de 25 años de servicio en la institución y que entre todos suman más de 375.

Los homenajeados, pertenecientes a las Cáritas de Arousa, Carballo, A Coruña, y Noia, recibieron un diploma acreditativo de su trabajo y un obsequio como recuerdo de esta efemérides. La homenajeada más antigua, Dolores Piñeiro,  lleva  más de 30 años de servicio en Cáritas de Arousa.

Pobreza cronificada

Otro de los momentos destacados de la Asamblea fue la presentación del informe diocesano, a cargo del director de Cáritas Diocesana, José Anuncio Mouriño Rañó, quien insistió en que, aunque los indicadores macro-económicos pretenden señalar que la crisis pasó y que la economía está mejorando, “nuestros agentes de Cáritas saben, mejor que nadie, que la gente está pasándolo muy mal, que seguimos atendiendo a hombres y mujeres que llevan más de tres años en el paro, lo que hace que la pobreza se cronifique cada vez más”.

De cara al futuro más inmediato, Mouriño avanzó la puesta en marcha de nuevos proyectos “para dar respuesta a las actuales y nuevas pobrezas, y poder transmitir amor, cercanía, acompañamiento y una atención integral a las mujeres y hombres” más vulnerables.

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