El manifiesto final subrayó la necesidad de reconocer la dignidad y el aporte social de las personas migrantes, más allá de su situación administrativa.
Ayer, jueves 29 a las 20:00h en Puerta Zamora, Cáritas Diocesana de Salamanca celebró su Círculo de Silencio mensual. Una cita que volvió a reunir a personas comprometidas con la defensa de la dignidad de las personas migrantes.
Este mes, el acto puso el foco en la importante contribución de las personas migrantes a nuestra sociedad, visibilizando las causas que las empujan a dejar sus países y denunciando las barreras que dificultan su inclusión plena. Tal como recordaba el recientemente fallecido Papa Francisco: “Migrar debería ser siempre una decisión libre; pero en muchísimos casos, no lo es. Los migrantes escapan debido a la pobreza, al miedo, a la desesperación”.
Al finalizar, una participante del Centro Intercultural Baraka leyó un manifiesto que destacaba que “en España residen más de 6,8 millones de personas extranjeras, muchas de ellas huyendo de la guerra, la pobreza, el cambio climático o la inseguridad”.
El texto también recogía que, según el informe FUNCAS, “la contribución de las personas migrantes al crecimiento económico en España es innegable”, ayudando además a frenar el envejecimiento de la población. Pero se insistió en que “más allá de lo económico, enriquecen nuestras comunidades con su diversidad cultural y humana”.
Aun así, se denunció que “siguen enfrentándose a barreras en el acceso a derechos fundamentales como la vivienda, la sanidad o la educación, junto al aumento de discursos de odio que perpetúan su exclusión”. También se hizo una valoración crítica del nuevo Reglamento de Extranjería, que “aunque incorpora avances, sigue dejando fuera a muchas personas en situación irregular”.
Con este círculo, reafirmamos nuestro compromiso de seguir construyendo espacios seguros, de escucha y de acogida comunitaria desde nuestras parroquias y barrios. Y agradecemos la presencia de todos los asistentes. ¡Contigo, el círculo se hace más grande!