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Cáritas Española reinsertó en el mercado laboral al 20% de los 65.484 acompañados en búsqueda de empleo en 2024

28 abril, 2025

Seis de cada diez personas en situación de exclusión severa están fuera del mercado laboral, una cifra que multiplica por cuatro la media nacional. Este dato, recogido en la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales del IX Informe FOESSA, pone de manifiesto una realidad preocupante que Cáritas intenta revertir desde hace una década a través de su modelo de economía solidaria.

Desde 2014, Cáritas ha apostado por una economía que ponga a las personas en el centro. En estos diez años, ha integrado bajo un mismo enfoque sus acciones de inserción laboral, empresas sociales y comercio justo. Esta estrategia le ha permitido convertirse en una de las principales impulsoras de la economía social en España.

En cifras, la red de Cáritas ha pasado de tener 45 a 68 iniciativas de inserción, con 267 líneas de negocio activas, triplicando los puestos destinados a personas en situación de exclusión y facilitando la incorporación de más de 120.000 personas al mercado de trabajo.

Impacto en el empleo

Solo en 2024, Cáritas acompañó a 65.484 personas en búsqueda de empleo, logrando que el 20% se reinsertara laboralmente. La mayoría de quienes accedieron a estos programas eran mujeres (64%), mayores de 45 años (40%) y con estudios básicos o de Bachillerato. El 58% eran personas de origen no comunitario.

Detrás de estos perfiles se esconden dificultades múltiples: escasa formación, barreras idiomáticas, falta de competencias digitales, conciliación familiar o baja autoestima. Esto exige una atención individualizada y metodologías prácticas, como las que se aplican en centros como el Diocesano de Empleo de Cáritas Sevilla, que forma a más de 600 personas al año en sectores como hostelería, energías renovables o atención a personas dependientes.

En 2024, Cáritas destinó 144,8 millones de euros a su red de economía solidaria, un 5,85% más que el año anterior. De esa cifra, 35,9 millones se invirtieron en itinerarios de inserción sociolaboral y más de 108 millones en economía social. Este modelo representa ya el 10% del PIB nacional y se basa en principios como el cuidado del medioambiente, la sostenibilidad y la equidad.

Los sectores impulsados incluyen el reciclaje de residuos, agricultura ecológica y reaprovechamiento alimentario. Gracias a estas actividades, se generaron 3.115 empleos, 2.564 de ellos ocupados por personas en exclusión.

Ejemplo de éxito: Bioalverde

Una de las iniciativas destacadas es Bioalverde, empresa de inserción de Cáritas Sevilla. Situada en Montequinto (Dos Hermanas), gestiona 30 hectáreas dedicadas a cultivos ecológicos, viveros, formación y venta directa. Cada año, ofrece contratos de inserción a unas 30 personas y factura más de 20.000 euros mensuales.

Bioalverde también gestiona el reciclaje textil en la provincia, con 175 contenedores y más de 900 toneladas de ropa recogidas en 2024. Esto ha permitido la apertura de una tienda de moda solidaria y sostenible en Sevilla.

Otro pilar clave es el comercio justo, que en 2024 generó una facturación de cerca de 563.000 euros en las 18 tiendas y 38 puntos de venta de la red. Estos espacios, además de comercializar productos, funcionan como lugares de sensibilización, promoviendo el consumo responsable y visibilizando los procesos humanos detrás de cada artículo.

Cáritas trabaja especialmente con dos perfiles en riesgo: familias extranjeras con formación pero sin papeles o títulos homologados, y personas en exclusión cronificada, con baja empleabilidad y dependencia de ayudas. Para estos casos, se combina acompañamiento legal y social con formación adaptada a sus necesidades.

El director de Cáritas Sevilla, Miguel Ángel Carbajo, subraya que, aunque ha habido una mejora general, aún existen retos estructurales importantes que deben abordarse desde políticas públicas y apoyo comunitario.

Finanzas éticas: transformar desde el dinero

Además del empleo y el consumo, Cáritas impulsa las finanzas éticas como herramienta de transformación social. Un total de 43 entidades de la red colaboran con bancos éticos que compatibilizan rentabilidad económica con impacto social y ambiental positivo.

“Informarse y elegir dónde ponemos nuestro dinero puede tener consecuencias profundas”, explican desde la organización, que aboga por una economía que recupere su sentido más humano: el de administrar la casa común con justicia y equidad. “Cuando hablamos de economía solidaria, hablamos de empleo digno, comercio justo, consumo responsable y finanzas éticas.

Cáritas seguirá apostando por este modelo económico con valores, convencida de que solo así se puede construir un futuro en el que todas las personas tengan oportunidades reales de desarrollo.

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