Los equipos de las Cáritas castellanoleonesas se reúnen en Palencia para compartir experiencias y reforzar su compromiso con los más vulnerables.
Cáritas Castilla y León ha celebrado los días 20 y 21 de octubre en Palencia sus XXIII Jornadas Regionales, con el lema “Acompañar sembrando Esperanza”. Este encuentro ha reunido a las once Cáritas Diocesanas de la Comunidad con el objetivo de reflexionar, compartir experiencias y fortalecer el compromiso común con las personas más vulnerables.
Cáritas Salamanca ha asistido a este evento con una amplia delegación, formada por representantes de diferentes áreas de trabajo y su equipo directivo, compuesto por Carmen Calzada (directora), José María Rodríguez (secretario general) y Juan Pedro Melgar (delegado episcopal). Su participación demostró el compromiso de la entidad con el trabajo en red y el intercambio de buenas prácticas que inspiran nuevas formas de acompañar y servir a quienes más lo necesitan.
El acto inaugural ha contado con la presencia del obispo de Palencia, Mons. Mikel Garciandía; el presidente de Cáritas Autonómica, Guenther E. Boelhoff; y el director de Cáritas Diocesana de Palencia, Luis Fernando Asensio. La ponencia de apertura, a cargo de José Manuel Aparicio Malo, doctor en Teología y delegado de los Laicos en la Archidiócesis de Madrid, se tituló “Liberados del optimismo: la esperanza de los seguidores de Jesús”, e invitó a vivir la esperanza desde una fe comprometida y realista.
Durante la jornada del lunes, los participantes tomaron parte en espacios de diálogo y un Ágora de Comunicaciones “Signos de Esperanza”, donde se presentaron experiencias significativas en ámbitos como inmigración, animación comunitaria, voluntariado, salud mental y economía social. El día concluyó con una visita a la Catedral de Palencia y una cena-concierto en el claustro catedralicio, en un ambiente fraterno y de convivencia.
El martes 21 de octubre, las jornadas continuaron con el taller creativo “Melodías Acompañadas” y culminaron con una Eucaristía de envío en la Parroquia de San Miguel, como símbolo del compromiso renovado de todos los participantes en acompañar, con esperanza, a quienes más lo necesitan.
Estas Jornadas Regionales han reforzado la importancia de la colaboración entre las Cáritas diocesanas, subrayando que el acompañamiento, la solidaridad y la esperanza son fundamentales para transformar la realidad de las personas más vulnerables. La participación activa de todas las delegaciones evidencia el compromiso constante de la red de Cáritas Castilla y León con una acción social cercana, integrada y transformadora.