Más de 100 personas participaron en una jornada festiva con actuaciones, comida típica en un clima de encuentro, amistad y compañerismo para despedir el curso 24-25
El pasado 9 de junio, el Centro Intercultural Baraka de Cáritas acogió su tradicional fiesta de fin de curso. Un evento que reunió, a lo largo de la tarde, a unas 110 personas en una tarde llena de magia, cuentos, bailes, risas y convivencia.
La celebración comenzó con la actuación de Rodrigo Narrador de cuentos, que introdujo a los presentes en un mundo de fantasía e hizo volar la imaginación de niños y grandes llevando a los participantes a diferentes lugares y épocas a través de cuentos como la “gallina que quería ser princesa”, “el pastor de las nubes” o “el huevo azul y la abuela”, entre otros, inspirados en muy diversos personajes que hicieron las delicias de grandes y pequeños.
A continuación, disfrutaron de un espectáculo de magia y humor a cargo de Miguel Ángel, con él se comprobó que es posible pintar y colorear sin pinturas ni rotuladores, sólo con una varita mágica e ilusión. O adivinar cartas que parecían salir de su boca ¿Cómo no?, “por arte de magia”. Un espectáculo fantástico lleno de trucos y sobre todo de buen humor.
A continuación, y como broche de oro, el grupo del taller de bailes latinos del centro Baraka puso ritmo, sabor y frescura a la tarde con sus vibrantes coreografías de ritmos caribeños y latinos.
Tras las actuaciones, los asistentes disfrutaron de una merienda compartida en la que cada participante aportó un plato. Los dulces, el té, las empanadas y la comida típica de diversos países fueron el reflejo de la riqueza cultural que caracteriza a este centro. Así, no solo se celebró la llegada del verano y la culminación del esfuerzo de todo el curso, sino que también fue una oportunidad más para conocer diferentes aspectos de otras culturas y reforzar los lazos entre todos los que componen Baraka.
El encuentro fue una mezcla de sentimientos contrapuestos entre la alegría del encuentro y la convivencia, con los nervios de los niños y adolescentes ante las próximas notas y las despedidas. Pero, sobre todo, reinó la ilusión por los diferentes planes de cara a este verano, la alegría por el esfuerzo puesto en este curso, los aprendizajes y la vida compartida. Culminando en una tarde de fiesta que hace ver que la diversidad y la pluralidad, junto con el respeto, hace de este centro un espacio de encuentro, y una verdadera comunidad acogedora.
El centro intercultural Baraka está reconocido como centro integral de inmigración y cuenta con la financiación de la Junta de Castilla y León con fondos de la convocatoria de IRPF por el IRPF de la Junta de Castilla y León a través del proyecto ‘Acoger en Sociedad’.
Colabora
Cáritas Diocesana de Salamanca
Grupo Undanet