Cáritas Diocesana de Salamanca ha recibido el certificado oficial que acredita que toda la energía eléctrica que consumió durante el año 2024 provino de fuentes 100 % renovables. Este certificado, otorgado por Som Energía —la cooperativa con la que trabajamos desde hace años— y avalado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), no es solo un papel: es un gesto concreto, visible y coherente con nuestra misión de cuidar de las personas y del planeta que habitamos.
Durante 2024, Cáritas Salamanca utilizó 86.552 kWh de energía verde, lo que evitó la emisión de casi 9 toneladas de dióxido de carbono y más de 38.000 miligramos de residuos radiactivos. Además, se ahorraron más de 173.000 litros de agua —que habrían sido necesarios en centrales térmicas—. Estos datos demuestran que optar por energía renovable no solo cuida el planeta, sino también la salud de las personas y el bien común. Pequeños grandes pasos que ayudan a construir un mundo más justo y sostenible para todos.
Cuidar el planeta también es parte de nuestra labor
Nuestro compromiso con los más vulnerables incluye también una responsabilidad clara con el medio ambiente, porque no se puede cuidar bien a las personas sin cuidar también la Tierra que habitamos. Por eso, desde hace años trabajamos para que nuestra sede, centros y actividades sean lo más respetuosas posible con el entorno: contratando energía renovable, formando a familias en ahorro energético o promoviendo proyectos de autoconsumo.
Este esfuerzo forma parte de nuestra labor “cuidando la Casa Común”, en línea con la encíclica del papa Francisco ‘Laudato Si’. Porque la pobreza energética y el deterioro del medio ambiente están muchas veces conectados: las personas con menos recursos suelen ser quienes más sufren los efectos de la contaminación, el cambio climático o las subidas de precios de la energía. Por eso, como comunidad cristiana, estamos llamados a vivir una “ecología integral” (LS cap. IV), que una el respeto por la creación con la justicia social. Usar energía limpia, reducir nuestra huella ecológica y apostar por modelos de consumo responsables no es solo una opción: es un acto de fe y esperanza activa por un mundo más justo.
Som Energía: Un modelo cooperativo para un futuro sostenible
En este compromiso por un consumo energético limpio y responsable nos acompaña Som Energía. Una cooperativa sin ánimo de lucro que nació en Gerona en 2010 con un objetivo claro: ofrecer energía 100 % renovable y contribuir a cambiar el modelo energético hacia uno más justo, democrático y sostenible.
Som Energía no solo comercializa electricidad de origen renovable certificada, sino que también produce su propia energía a través de proyectos solares, eólicos, de biogás o mini hidráulicos. Y lo hace siempre con criterios éticos, participativos y de transparencia. Actualmente cuenta con más de 86.000 socios y miles de contratos en todo el país, demostrando que otra manera de consumir energía es posible.
Cáritas Salamanca comparte los mismos valores: el cuidado del planeta y el compromiso con las futuras generaciones. Y porque queremos que nuestras decisiones, también las energéticas, estén al servicio del bien común.
¿Y tú? También puedes formar parte del cambio
La transición ecológica no es solo cosa de gobiernos o grandes empresas. Está en nuestras manos como ciudadanos y ciudadanas hacer cambios reales que sumen. Algo tan sencillo como cambiar nuestro contrato de luz por uno de energía 100 % renovable puede marcar una diferencia. Cada kilovatio limpio que consumimos es un paso más hacia un mundo más sano.
Además, hay pequeños gestos cotidianos que también ayudan a no malgastar energía: apagar los aparatos que no usamos, regular bien la calefacción o el aire acondicionado, usar bombillas LED, aprovechar la luz natural, o no dejar enchufados cargadores innecesarios. Son cosas pequeñas, pero multiplicadas por millones de personas, tienen un gran impacto.
También puedes informarte sobre el autoconsumo, las placas solares o las comunidades energéticas, donde vecinos y vecinas se agrupan para generar y compartir energía limpia. Hay muchas opciones, y cada paso cuenta.
En Cáritas sabemos que no hay transformación sin compromiso. Por eso te animamos a sumarte, a informarte, a tomar decisiones que estén en armonía con el planeta. Porque cuidar de la Casa Común es cuidar de todos: de quienes están, de quienes vendrán y de los que hoy más lo necesitan. Con el esfuerzo de todas y todos, otro mundo está ya en marcha.