En el espacio verde de abril, nuestra voluntaria Esther Sánchez nos invita a descubrir cómo Salamanca está dando pasos firmes hacia un modelo urbano más sostenible y respetuoso con el medio ambiente, a través del ambicioso proyecto Life Vía de la Plata.
En los últimos años, Salamanca se ha ido transformando en una ciudad más verde y amable para el ciudadano, que ahora puede dirigir su mirada hacia zonas arboladas y más espacios naturales en pleno casco urbano. Y gran parte de esta transformación ha sido posible gracias al proyecto Life Vía de la Plata, cofinanciado por la Comisión Europea, que ha logrado crear un corredor verde en el tramo de casi siete kilómetros de la Vía de la Plata, a su paso por Salamanca.
Los proyectos se han distribuido entre las seis zonas de la Ruta en su recorrido por la ciudad, desde la entrada por el Cordel de Miranda, hasta la zona del Helmántico. Las actuaciones incluían la plantación de 4.500 árboles y 107.000 arbustos, la creación de un total de 156 nidos y la monitorización y la puesta en marcha de aplicaciones de Inteligencia Artificial para funciones de control.
Además, a lo largo de estos siete km se han construido parterres en los que se han plantado especies autóctonas de bajas necesidades hídricas, o se han ha sacado adelante ideas más innovadoras, como el Jardín de la lluvia, en la calle Moreruela, o la Isla de biodiversidad en Capuchinos, dónde se ha recuperado un solar de 7.000 m2.
Con un total de 42 actuaciones, se han recuperado zonas para el paseo, volviendo la mirada hacia la naturaleza y haciendo la ciudad más habitable. Hoy, el cambio climático plantea un desafío, que solo es posible afrontar desde el urbanismo sostenible.
Para darle mayor visibilidad, en diferentes puntos de la ciudad se han instalado carteles que explican el proyecto, con el objetivo de compensar los desafíos del cambio climático, además de sensibilizar en materia medio ambiental. Un plan que busca la implicación de toda la ciudadanía a través de talleres, rutas guiadas y otras actividades para dar a conocer el patrimonio natural de Salamanca, fomentar el uso responsable de los recursos naturales y promover el respeto por la naturaleza.
Además de Salamanca, el proyecto Life ha financiado acciones en la Cuenca del río Tajo, en zonas urbanas de Extremadura y en el País Vasco, además de otras iniciativas relacionadas con la protección del medio ambiente desarrolladas en ciudades europeas como Milán y Grecia y en los países de Hungría o Austria.
Este tipo de proyectos nos invitan a reflexionar sobre nuestro papel como ciudadanos en la lucha contra el cambio climático. La transformación de Salamanca demuestra que es posible construir ciudades más sostenibles, accesibles y en armonía con la naturaleza. Pero este cambio solo será duradero si lo hacemos nuestro, si lo cuidamos y lo valoramos. En nuestras manos está mantener vivo este nuevo pulmón verde y seguir avanzando hacia un modelo urbano más humano y consciente. Porque cuidar el entorno es también cuidar de nosotros mismos.
Esther Sánchez, voluntaria de Cáritas Salamanca.