Noticias

La campaña del Día de la Iglesia Diocesana invita a reconocer la santidad en la vida cotidiana

7 noviembre, 2025

El vicario general, Tomás Durán, recuerda que “la diócesis son sus gentes” y pone en valor a los “santos de la puerta de al lado” que con su entrega cotidiana sostienen la vida de la Iglesia

La Diócesis de Salamanca presentó este jueves, 6 de noviembre, el Día de la Iglesia Diocesana con una invitación directa a mirar la santidad que se teje en lo cotidiano. El vicario general, Tomás Durán, abrió la presentación recordando que los “santos de la puerta de al lado” viven y trabajan entre nosotros: “Hay padres santos que se desviven por sus hijos; cajeras y cajeros que son toda amabilidad con los mayores; catequistas que, sin recompensa visible, entregan su tiempo; jóvenes que viven la fe a contracorriente; inmigrantes que se insertan con honestidad y alegría; abuelos que acogen a sus nietos con un corazón grande”.

Durán subrayó que la campaña de este año —con el lema “Tú también puedes ser santo”— quiere reconocer esa santidad escondida y agradecer la vida de la comunidad cristiana que sostiene la misión en la provincia. “La diócesis son sus gentes”, insistió: niños y catequistas, quien toca la campana, quien visita a un enfermo, el obispo que recorre miles de kilómetros “sin dietas”, y los más de 300 templos abiertos cada fin de semana, incluso en pueblos de 15 o 20 habitantes. También recordó que casi 60.000 personas pasan cada año por el tanatorio, donde la Iglesia ofrece consuelo y cercanía.

Con la revista del Día de la Iglesia Diocesana que forma parte de la campaña, el vicario general defendió una gestión profesional, transparente y responsable al servicio de la evangelización y del bien común. Al respecto, compartió algunos datos, como la asignación tributaria, que crece de 3.282.756 euros (2023) a 3.646.266 euros (2024). Y las aportaciones de fieles descienden un 8%; que según confirmó, “hoy suponen el 12% de los ingresos (colectas, suscripciones, cuotas y donativos)”.

Un modelo de corresponsabilidad

En cuanto a los gastos, el 21% es en personal, “con un papel creciente del laicado profesional”, y un 32,5% en la conservación de edificios. Tomás Durán pidió ahondar en un modelo de corresponsabilidad que nace de la fe: “No se trata de pagar servicios, sino de compartir los bienes para que la Iglesia realice su misión: evangelizar, servir a los pobres y sostener a las personas que lo hacen posible”.

El vicario recordó que Salamanca es una tierra de santos —con cinco sepulcros canonizados: Teresa de Jesús, Bonifacia Rodríguez, Juan de Mata, Juan de Sahagún y Cándida María de Jesús—, pero subrayó que “la fuente de la santidad no se ha secado”. Y añadió que hoy también hay hombres y mujeres que, con su vida sencilla, “mantienen viva la esperanza de esta diócesis”, afirmó.

La presentación también dio voz a testigos de fe que encarnan la llamada a la santidad desde su vida cotidiana. Una de ellas fue psicóloga, catequista en la parroquia de Villares de la Reina y miembro del Servicio de Atención Religiosa del Hospital de Salamanca, Marta Malillos, que ofreció un testimonio esperanzador. Habló con serenidad de su compromiso bautismal, vivido en familia, en la parroquia y en su trabajo: “Desde el bautismo estamos llamados a seguir a Jesús en cada momento de la vida, y en mi casa intento vivirlo transmitiendo los valores que yo recibí de mis padres, y ahora con mi hija, que también participa en el coro y empieza a ser catequista”, porque considera que la fe se aprende “viviéndola juntos”.

Una actitud de servicio

Marta recordó con emoción la figura de su madre, “siempre disponible para todo lo que se le pedía”, y confesó que esa actitud de servicio fue el ejemplo que marcó su camino. Hoy, su vocación se concreta en el acompañamiento a enfermos y familias en el hospital: “Es una misión más que un trabajo, acompañar en los momentos de fragilidad, cuando la gente solo necesita una palabra, una mirada o un silencio que abrace, y ahí está la presencia de Dios“.

Para ella, la santidad no es cuestión de gestas heroicas, sino de vivir cada tarea con amor, fe y alegría: “Hay que concentrarse en hacer lo ordinario de manera extraordinaria”, dijo con una sonrisa. “A veces basta con escuchar, otras con contagiar esperanza… lo importante es hacerlo desde el corazón“.

Desde Monleras, intervino por videoconferencia Juan Jesús Delgado, miembro del Movimiento Rural Cristiano y presidente de las Escuelas Campesinas de Salamanca. Su testimonio, sereno y comprometido, mostró la santidad que florece en el mundo rural. Vinculado desde siempre a su pueblo, habló de su fe como “una fuerza que enraíza la vida en la tierra” y la impulsa al servicio: “Aquí vivimos en una tierra que muchos llaman vaciada, pero donde hay vida, personas y esperanza, y la fe nos mueve a cuidar lo que somos y a creer que otro modelo de sociedad es posible”.

Su compromiso abarca distintos ámbitos: lo social —acompañando a mayores y niños en su entorno—, lo político, entendido como servicio desde la cercanía en el ayuntamiento, y lo económico, impulsando proyectos de economía social y solidaria como Terra Vita Rural, que da trabajo a personas en situación de vulnerabilidad.

Alimento espiritual

También destacó la importancia de la cultura popular como “espacio de conciencia y de trascendencia”: “La cultura nos hace comunidad, nos da libertad, nos permite soñar otro mundo, y en ella también se gesta la fe y la esperanza“. Su mayor alimento espiritual sigue siendo la eucaristía dominical, donde, como explicó, “uno lleva la vida y de allí vuelve con fuerzas renovadas”.
Para Juan Jesús, la santidad no se conquista: “Nos sale al paso, se va construyendo entre todos cuando cuidamos la vida, especialmente la de los más frágiles: los mayores, los niños, los migrantes… En ellos encontramos el rostro de Dios”.

Durante la presentación, el vicario general anunció que la diócesis ultima la apertura de un Centro de Escucha en colaboración con Cáritas Diocesana, la Vicaría de Pastoral y los Religiosos Camilos, con voluntarios formados y apoyo profesional. Este espacio atenderá las “cuatro grandes grietas del ser humano” —la muerte, el dolor, la salud mental y la prisión— además de la soledad, ofreciendo acompañamiento y esperanza “a quienes más lo necesitan”. Y su presentación oficial se prevé para este trimestre.

Una Iglesia que quiere servir

Tomás Durán concluyó la rueda de prensa subrayando que la Iglesia diocesana es un agente de promoción social, cultural y humano que quiere estar presente en el desarrollo de la provincia: “Queremos que se cuente con nosotros, desde la independencia y la colaboración, deseamos contribuir al bienestar y la esperanza de la sociedad salmantina”. El Día de la Iglesia Diocesana se celebrará este domingo, 9 de noviembre, con una triple invitación: orar, colaborar económicamente y participar activamente en la vida de la comunidad cristiana. Este año, la jornada coincide con el día de la dedicación de la Basílica de Letrán, establecida por el papa Francisco para conmemorar a partir de 2025 a los santos, beatos, venerables y siervos de Dios en las Iglesias particulares.

Utilizamos cookies propias para mejorar nuestros servicios y mostrarle información relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.. Más información aquí

ACEPTAR
Aviso de cookies