Su testimonio de fe, superación y esperanza conmovió a los jóvenes en el Jubileo de Salamanca.
Pedro, uno de los participantes del Centro de salud mental Ranquines de Cáritas Salamanca, se convirtió el pasado viernes 25 de abril en un mensajero de esperanza para más de 400 adolescentes durante el Happening del Jubileo, organizado por la Pastoral Juvenil de Salamanca. El evento, enmarcado en las actividades diocesanas del Jubileo de la Esperanza, tuvo lugar en el Auditorio Calatrava y buscaba mostrar a los jóvenes cómo la fe puede transformar la vida cotidiana, incluso en las situaciones más difíciles.
Con emoción y sinceridad, Pedro compartió su testimonio de lucha contra la exclusión social, los problemas de salud mental y las adicciones, relatando cómo su encuentro con la fe fue clave para su recuperación. “Hubo momentos en los que creí que no había salida, pero Dios me mostró que siempre hay esperanza“, afirmó ante un auditorio conmovido por su historia. Su proceso, largo pero fructífero, demostró que la transformación personal es posible incluso desde las circunstancias más duras.
Un paso más en su recuperación
Para Pedro, participar en este acto no solo fue una oportunidad para ayudar a otros, sino también un hito en su propio camino. “Hoy me siento útil, capaz de aportar algo positivo a la sociedad, algo que antes creía imposible”, confesó. Su intervención reforzó su autoestima y su compromiso con seguir adelante, convirtiéndose en un referente para quienes enfrentan situaciones similares.
Apoyo profesional y espiritual
Inicialmente, estaba previsto que Julia, otra integrante del Centro Ranquines, acompañara a Pedro en el testimonio. Sin embargo, una enfermedad le impidió estar presente. En su lugar, Gema, psicóloga del centro, tomó la palabra para hablar sobre la importancia del apoyo profesional y espiritual en procesos de recuperación, y sobre la relevancia de reconstruir vínculos comunitarios. “La salud mental no es un camino que se recorra solo; requiere acompañamiento, fe y comunidad“, destacó.
Los jóvenes asistentes, muchos de ellos en etapas de búsqueda personal, recibieron una poderosa lección sobre resiliencia y fe en acción.
Ranquines es un proyecto cofinanciado por el IRPF de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento y la Diputación de Salamanca y Fundación la Caixa, junto con fondos propios.