El derecho a la alimentación, nuevo tema de la EFS

Marco es filósofo y teólogo de formación, concluyó recientemente un postgrado sobre Dirección de Asuntos Públicos. Es miembro desde 1998 de la Organización Manos Unidas, donde después de 10 años como responsable de proyectos de desarrollo en Brasil y otros países latinoamericanos, asumió la coordinación de las campañas y el trabajo en red de su Institución. Participa activamente en redes de cooperación europea (CIDSE) y en redes intersectoriales (Coalición Clima) en las que trabaja temas como pobreza y cambio climático, seguridad alimentaria, desarrollo sostenible y la futura agenda de desarrollo post-2015. Además, es miembro de la Junta de Gobierno de la Coordinadora Estatal de ONGDs, en las que como vocal de incidencia política participa habitualmente en la Comisión de Incidencia.

El ponente comenzó su exposición con una imagen de un mapa que muestra 842 millones de personas pasando hambre en el mundo. Una gráfica de la FAO analizaba desde 1962 el número de personas desnutridas en el mundo, estos datos muestran que en todos estos años, nunca hemos podido bajar de los 800 millones de personas, pero sin embargo, producimos un 17% más de calorías más por persona; el hambre no se debe a la escasez de alimentos.

En 2009 llegaron a haber más de mil millones de personas en el mundo pasando hambre. Esto, nos hace preguntarnos por las causas, posiblemente las estructuras políticas tienen mucho que ver, pero nosotros ¿formamos parte de este problema?
Tenemos que abordar el problema del hambre desde la alimentación como un derecho, desde una perspectiva global, sistémica y causal. Fue en 1948 cuando la declaración universal de los derechos humanos habló de alimentación como derecho por primera vez.

Gordillo continuó explicando las cuatro dimensiones de la seguridad alimentaria:
– Disponibilidad de alimentos

– Accesibilidad
– Sostenibilidad

– Estabilidad
Esta situación nos propone nuevos desafíos y nuevas perspectivas. Entre 1990 y 2010 el PIB creció en un 75%. Tenemos una capacidad de crear riqueza increíble, este crecimiento no es gratuito, viene acompañado de un incremento de las desigualdades. Vivimos en un mundo profundamente desigual y hemos crecido a costa de un deterioro ambiental. Entre 1990 y 2010 bajamos la pobreza absoluta un 20%, lo cual significa que 1.400 millones de personas viven en la pobreza absoluta y el 70% vive en zonas rurales. Ha habido una creciente clase media mundial, lo que supone la incorporación de miles de millones de personas al consumo global, al final, todo esto desemboca en un importante problema de sostenibilidad.

Vivimos en un mundo globalizado, un mundo más heterogéneo, con menos pobreza absoluta, pero en el que la pobreza relativa y las desigualdades se hacen más manifiestas. En 2030 el mundo será más urbano, con una clase media más numerosa, más vieja, más conectado, más vulnerable y con recursos más limitados.
Existen 4 causas:

– El cambio climático y la degradación ambiental

– Los biocombustibles
– La especulación de los alimentos

– El acaparamiento de tierras
A modo de conclusión, Marco Gordillo nos dio algunos consejos sobre nuestra pequeña aportación, por ejemplo el apoyar económicamente sistemas alimentarios ecológica y económicamente sostenibles.

Recomendaciones:
– El derecho a la alimentación como piedra angular de cualquier política.

– La responsabilidad de los Estados como garantes del derecho a la alimentación.
– Apoyar económicamente a los pequeños productores.

– Modelos de producción agrícola sostenible.
– Cambios de hábitos en la alimentación y en el consumo.