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La Iglesia de Salamanca crea un recurso para atender a las personas vulnerables con enfermedad mental en el marco de la Asamblea diocesana

22 septiembre, 2016

Las parroquias de la diócesis de Salamanca, conventos e iglesias, destinarán sus colectas de este domingo 25 de septiembre para un Centro de Día ofrecido a personas con enfermedad mental

En el marco de la Asamblea de la diocesana y del Año de la Misericordia, se ha presentado esta mañana en rueda de prensa el proyecto RANQUINES destinado a personas con enfermedad mental y en situación de exclusión social. Un proyecto inter-congregacional en favor de los más pobres liderado por Cáritas, la Congregación de la Misión, la Diócesis de Salamanca y varias congregaciones religiosas que pretende mejorar las condiciones de vida de estas personas ofreciendo un espacio acogedor que sirva de soporte terapéutico y apoyo social; la apertura de viviendas de terapia y convivencia para la inserción en la sociedad.
En la presentación han intervenido Monseñor Don Carlos Lopez, Tomás Durán, vicario general, la directora de Cáritas, Carmen Calzada y Francisco Berbegal, coordinador del centro de espiritualidad de los Paúles.
Tomás Durán ha comenzado enmarcando el momento de la Asamblea diocesana, convocada por el Obispo de Salamanca, Mons. Carlos López para la renovación espiritual, pastoral y estructural de la Diócesis de Salamanca se encuentra en su recta final. El pasado 15 de septiembre comenzaron las sesiones finales de la Asamblea que se van a desarrollar hasta el 1 de octubre (primera sesión: 15, 16 y 17 de septiembre de 2016; segunda sesión 22, 23 y 24 de septiembre; tercera sesión: 29 y 30 de septiembre y 1 de octubre). En ellas 236 delegados, representando a toda la Diócesis, están trabajando sobre un documento en el que se recogen las propuestas para la renovación que necesita la Diócesis de Salamanca para los próximos años, formuladas a lo largo de estos dos cursos pastorales por cerca de 2.000 personas inscritas en los 229 grupos de asamblea. En estos grupos se ha reflexionado la situación de la Diócesis de Salamanca, sus retos de futuro y las claves para renovarla espiritualmente, dinamizar su misión pastoral y actualizar sus estructuras y comunidades.
A continuación, Carmen Calzada y Francisco Berbegal han expuesto el proyecto “Ranquines”, se trata de un gesto de asamblea con los pobres. Carmen Calzada comenzó: “La Iglesia de Salamanca tiene un fuerte compromiso de ayuda a los más necesitados a través de diversas instituciones eclesiales y, de manera singular, en lo concerniente a la problemática social local a través de Cáritas como organismo diocesano. Desde ese compromiso y experiencia en el campo de la marginación y exclusión, en el contexto de la celebración de la Asamblea diocesana y del Año de la Misericordia, surge el proyecto RANQUINES, destinado a personas con enfermedad mental y en situación de exclusión social.”
Berbegal añadió que esto es un proceso de reflexión anterior: “Cáritas diocesana y los Misioneros Paúles de Salamanca llevan meses trabajando y soñando con poder dar respuesta a la necesidad real de las personas vulnerables que ha sido detectada en el campo de la intervención social, mediante un proyecto para personas con problemas de salud mental. El proyecto “Ranquines” surge para mejorar sus condiciones de vida ofreciendo un espacio acogedor que sirva de soporte terapéutico y apoyo social que permita su integración social y mejore su calidad de vida. El trabajo se realizará de manera conjunta y coordinada con otras entidades, tanto públicas como privadas, que persiguen los mismos intereses en la provincia de Salamanca.”
¿Cómo detectamos la necesidad?
En todos los recursos e intervenciones del área de inclusión social de Cáritas hay personas acuciadas por un problema de salud mental que no están siendo atendidas adecuadamente, ya que los recursos no están preparados para responder a esta problemática. Además, en muchas ocasiones, estas personas interfieren en los procesos de otras y en el adecuado funcionamiento de los recursos. Por tanto, estamos hablando de personas con un problema de salud mental, con cierta autonomía, pero en situación de exclusión social. La situación de vulnerabilidad que supone la enfermedad mental, sumada a su situación de exclusión, impide a estas personas mínimas cotas de inclusión, que los llevan una y otra vez a ingresos en unidades de psiquiatría, cuando no a prisión, y una y otra vez a los mismos recursos asistenciales y sociales.
¿Qué queremos conseguir?
Cáritas y la Congregación de la Misión han mantenido diferentes contactos y visitado varios recursos de salud mental. Tras este proceso pretenden:
Ofrecer un espacio social acogedor que sirva de soporte social y asistencial, para facilitar el acceso de los destinatarios a los Centros, su mantenimiento en la comunidad en las mejores condiciones posibles de calidad de vida y la estructuración de su vida cotidiana.
Promover a través de un acompañamiento de alta calidad técnica y humana su fortalecimiento personal y social, el desarrollo de su autonomía, y el acceso a derechos, bienes y servicios sociales básicos.
Promover la vinculación de las personas atendidas con los servicios y centros de las redes sanitaria y social, y su acceso a una alternativa residencial y ocupacional estable adecuada a sus necesidades e intereses.
Sensibilización e incidencia sobre las actitudes y conductas hacia las personas sin hogar con enfermedad mental grave de los ciudadanos, las entidades públicas y las entidades de iniciativa social, fomentando el compromiso con la igualdad de oportunidades.
¿Con quién se quiere hacer?
Desde el comienzo, tanto la Congregación de la Misión (Misioneros Paúles) como Cáritas Diocesana de Salamanca, han tenido clara la intención de realizar este proyecto con otros.
A nivel civil y social se buscan con interés las sinergias, la creación de redes. El servicio de salud mental del SACYL se hace indispensable en este proyecto.
A nivel de intervención social es manifiesta la necesidad de trabajar con otros, de responder de forma conjunta, de aunar esfuerzos.
A nivel eclesial pretenden que éste sea un proyecto inter-congregacional en favor de los más pobres, siendo un signo profético tanto para el mundo como para nosotros mismos.
El proyecto a nivel diocesano está enmarcado en la Asamblea Diocesana, quiere ser un fruto del Espíritu, como una dimensión clara de servicio diocesano, donde se manifieste clara y concretamente la gracia del Dios de la Misericordia.
En la actualidad está liderado por 9 entidades eclesiales:
o Cáritas diocesana de Salamanca
o Congregación de la Misión (Paúles)
o Diócesis de Salamanca
o Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús
o Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación
o Hijas de la Caridad
o Parroquia El Milagro de San José
o Religiosas de los Sagrados Corazones
o Hijas de Jesús (Jesuitinas)
¿Qué se quiere hacer?
Se pretenden ofrecer tres tipos de recursos:
1. Creación de un Centro de Día que ofrezca apoyo psicosocial y servicios complementarios para la cobertura de necesidades básicas vitales. Se trataría de favorecer la ocupación del tiempo de forma rehabilitadora, la creación de red social, la participación social y cultural, mediante el ofrecimiento de actividades.
Este recurso podrá estar abierto a personas con enfermedad mental que no están en situación de exclusión social, que tienen el apoyo de sus familias u otras organizaciones.
2. Apertura de Pisos de inserción. Parece ser la opción más favorecedora de la inclusión social. Compartidos por varias personas, otros para personas solas, personas con menores a su cargo, parejas. Se trataría de conseguir vivienda permanente, de ofrecer acompañamiento en las actividades cotidianas, de brindar apoyo psico-social.
3. Mini-residencia. Se trataría de ofrecer residencia “temporal”; entrenamiento en las actividades cotidianas; acompañamiento en los procesos personales y brindar apoyo psico-social a aquellas personas que por su realidad de exclusión social y salud mental no pueden vivir con la autonomía necesaria para gestionar un piso.
¿Con qué contamos?
Contamos con dos proyectos de obra, que sitúan el Centro de Día en dos espacios diferentes de los ofrecidos por la Congregación de la Misión en su casa de Santa Marta de Tormes. Los Misioneros Paúles asumirán el coste de las obras, y el resto de entidades el presupuesto de funcionamiento del Centro de Día. A esto se sumará iniciativa diocesana de la colecta de este domingo 25 de septiembre en todas las eucaristías, que irá destinada para el proyecto.
En este trimestre está previsto elegir el proyecto de obra, y la licitación con las empresas constructoras y todos los permisos necesarios para poder empezar las obras a final de año.

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