Más de 200 niños, niñas y adolescentes reivindicaron a través de juegos y dinámicas su derecho a ser escuchados y participar en la vida de la ciudad.
Con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia, la Mesa de Infancia de Salamanca —formada por Cáritas Diocesana, Tas, Santiago Uno, Cruz Roja, Fundación Convive (Cepaim), Fundación Secretariado Gitano, ASECAL, YMCA — celebró este jueves una jornada lúdica y reivindicativa en el Parque de la Alamedilla, para visibilizar el derecho a la participación de niños, niñas y adolescentes.
Durante la tarde, las entidades organizaron diferentes dinámicas, utilizando el juego como herramienta fundamental de expresión, relación y aprendizaje. Para los organizadores, “la participación activa de las niñas y los niños es indispensable para que puedan sentirse parte de los espacios donde viven, se mueven y crecen”.
En esta edición, La Alamedilla se dividió en tres zonas temáticas —escuela, familia y espacios comunitarios— donde los niños, niñas y adolescentes pudieron reflexionar, expresarse y compartir sus vivencias.
La voz de la infancia: lo que piensan y sienten
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En la escuela, destacaron la necesidad de ser escuchados: “Hay compañeros que no te dejan participar porque no te dejan hablar”. Reclamaron poder opinar sobre cuestiones diarias como la ropa con la que acuden al colegio —“quiero ir vestido como me gusta”— o los menús escolares —“hay comidas que no están nada ricas”. También expresaron su preocupación por la carga escolar: “Cuando me ponen muchos deberes no me da tiempo a jugar”, “me da miedo cuando me ponen exámenes porque no sé si voy a sacar buena nota”.
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En la familia, reconocen que participar es un aprendizaje esencial: “Me gusta que me pidan opinión para los planes que hacemos en familia”, “quiero elegir también lo que vamos a comer”. También valoran las tareas domésticas y el apoyo a hermanos pequeños como formas de colaboración: “Yo ayudo a mi hermana pequeña y la acompaño a clase”. Y lanzan un recordatorio a los adultos: “El móvil no siempre es buena compañía, porque estamos todo el rato mirándolo y no jugamos ni hablamos con los demás”.
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En los espacios comunitarios, pidieron lugares seguros, inclusivos y de buen trato: “Que en el parque podamos jugar todos, que nadie esté apartado”, “que nos dejen opinar sobre las instalaciones del barrio”. Los adolescentes añadieron: “Queremos espacios de ocio sin necesidad de consumir, donde podamos estar y participar”.
Un llamamiento a toda la ciudad
Con el lema “¡Con los derechos de la infancia no se juega!”, la Mesa de Infancia —de la que Cáritas forma parte activa— quiso recordar que el derecho a la participación sigue sin hacerse plenamente efectivo en Salamanca, y que es responsabilidad del conjunto de la sociedad favorecer espacios donde la infancia pueda expresarse y ser tenida en cuenta.
La jornada concluyó con una invitación a toda la ciudadanía: “Animamos a cualquier niño y niña de la ciudad a que venga a jugar con nosotros, y a los adultos, a facilitar la participación de la infancia”.





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