Un hogar no es solo un techo

Un mes más os invitamos a movilizarnos por los derechos de todos. En esta ocasión lo hacemos por el derecho a una vivienda digna.

La vivienda es UN DERECHO FUNDAMENTAL RECOGIDO EN NUESTRA CONSTITUCIÓN, pero para ello, no sólo hay que tener un lugar para cobijarse, sino un espacio que reúna las condiciones mínimas, que permita vivir con dignidad.

Los últimos datos reflejan que un 7 % de los hogares españoles están en situación de pobreza energética, dado que los ingresos del hogar casi no dan para vivir, una vez pagados los gastos de vivienda y de energía. El 11 % de los hogares de España, más de 5 millones de personas, se declaran incapaces de mantener su vivienda a una temperatura adecuada.

Las viviendas en régimen de alquiler, y en especial aquellas con rentas más bajas, muestran tasas más altas de pobreza energética que las viviendas en propiedad. En resumen, los hogares con rentas más bajas realizan un sobreesfuerzo para asumir las facturas. Esto supone que en muchos hogares las familias realizan difíciles elecciones de distribución del gasto en partidas de absoluta necesidad todas ellas y en la mayoría de los casos, se opta por la reducción del gasto energético.

Por otro lado, en muchos hogares se trata de evitar la situación límite del desahucio reduciendo los gastos fijos de la casa (electricidad, agua, calefacción…). En Salamanca a día de hoy se sigue detectado un aumento de hogares donde sus miembros viven la incapacidad de poder afrontar el pago de los servicios de energía y poder cubrir sus necesidades domésticas. Los datos tienen cientos de miles de nombres propios, nombres de personas concretas: mujeres, hombres y niños que han visto como se derrumbaba “el sueño de un hogar”.

Y también, otros nombres, “invisibilizados”, que ya ni siquiera están en los datos. Desde Cáritas seguimos apoyando a las familias para que no pierdan sus viviendas, ayudando en el pago del alquiler a los que están en situaciones extremas, pero también buscamos asegurar que dentro de la vivienda no se pierdan las condiciones mínimas de habitabilidad.