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Voluntariado de Verano: De Méjico a Salamanca por una buena causa

30 agosto, 2022

Unas vacaciones diferentes

Hacer un voluntariado de verano es una forma fantástica de volcarse con los necesitados, en un periodo en el que tener tiempo libre es más fácil. Cáritas Diocesana de Salamanca ofrece, entre otras actividades, esta opción dirigida a jóvenes mayores de 21 años con inquietudes solidarias, que quieren comprometerse en alguna quincena de julio o agosto en los proyectos de ‘VIH sida’ y ‘Acogida para personas sin hogar’.

Raíces latinas

En los últimos años, sorprende el número de mejicanos que buscan ayudar en Salamanca, a través de organizaciones de cooperación internacional como Vive Méjico. Jóvenes como Abdallah Sastre Urbina y Lizbeth Corona Gutiérrez, dos chicos de 23 años originarios del estado de Tlaxcala, al este del país. Ambos son licenciados en Piscología, y tenían algo de experiencia previa en su lugar natal. Especialmente Lizbeth, quien junto a su familia y amigos apoyan a personas con dificultades en hospitales, casas de acogida para pequeños, casas para migrantes y adultos mayores. “Allí se les asiste con visitas, alimentos, medicamentos, ropa y lo más importante para la convivencia”, comenta.

Además, como parte de sus prácticas universitarias, ejerció de psicoterapeuta durante la pandemia, haciendo frente a todo tipo de patologías que afectan a la salud mental. Para ella, el voluntariado internacional ofrece no solo experiencias, habilidades y un intercambio de conocimientos, sino mucho más: “son creencias, costumbres, valores que me permiten ser un agente de cambio y sensibilización, involucrando mi desarrollo personal y profesional.”

En el caso de Abdallah, Salamanca supone su primer voluntariado: “Aquí puedo convivir con personas y aprender de su cultura, ideas, formas de relacionarse y pensar, así como conocer cómo se trabaja en el ámbito laboral y tener otras perspectivas para el conocimiento propio”. Pero, ¿por qué España?  “Iba a ser más fácil por el idioma. En español es más fácil relacionarse con los demás”, explica con rotundidad.

También les atraía la riqueza cultural e histórica española, y en especial las oportunidades de voluntariado en Salamanca a través de Cáritas. “Elegí Caritas Salamanca debido a que todo lo que hacen en los centros se relaciona con la profesión que estudie y así podría aprender mucho más, llevándome algo nuevo y diferente de lo que se hace en México”, argumenta el joven psicólogo. Su compañera tenía también claras sus prioridades: “Salamanca es un lugar hermoso, cargado de lugares y cultura por conocer. Pero en el caso especial de Cáritas, la labor que realiza pensada para un bien común y social es lo más destacable, viendo humana e integralmente a cada individuo. Soy de la firme idea de estar presente y sobre todo observar, escuchar, convivir e intercambiar pensamientos con los responsables, educadores, otros voluntarios, los mismos residentes y beneficiarios de los programas”, subraya orgullosa. “Es una labor gratificante para quien la realiza, pero también requiere de responsabilidad, respeto, paciencia, empatía, solidaridad y amor hacia lo que se hace, pues no solo se presta un servicio, sino que se crean vínculos afectivos y se mejora la calidad de vida, además de buscar la oportunidad de reintegrar al contexto social, donde es importarte dejar a un lado los prejuicios y estereotipos”.

Aprendizaje en Casa Samuel 

Ambos desarrollan su voluntariado en Casa Samuel, el centro de acogida para personas vulnerables con VIH de Cáritas Salamanca. Las actividades que realizan los voluntarios en este proyecto son fundamentalmente: acompañamiento a los residentes, colaboración en las tareas domésticas diarias, apoyo en la realización de talleres educativos y en la dinamización del tiempo libre de las personas atendidas. “Lo que más me agrada es realizar actividades, charlas, paseos, compartir tiempo con los residentes de la casa” explica Lizbeth. “Me resulta valioso, gratificante y lleno de aprendizaje el intercambiar pensamientos y opiniones, desde temas cotidianos hasta temas más personales y profundos”. Para Abdallah lo más valioso es la convivencia, tanto grupal como individual: “convivir con las cosas que le gustan a cada uno de ellos, como las actividades de ocio que incluyen ver alguna película, jugar algún juego de mesa, tomar café o salir a dar un paseo por la ciudad, así como también ir a obras de teatro o salir de excursión”.

Además, desde el primer momento se sintieron muy cómodos en este ambiente: “tanto los educadores como las demás personas que están en Casa Samuel nos han tratado de maravilla y nos hacen sentir como en casa.” “El trato es muy agradable, amable y comprensivo”, añade Lizbeth. “Además que siempre están pendientes de cualquier situación que se ofrezca, dispuestos a ayudar”.

Para ambos, este voluntariado que termina el próximo 31 de agosto es solo el comienzo, tanto a nivel personal como profesional. Sigan en Salamanca o vuelvan a su tierra, Abdallah y Lizbeth animan a otros jóvenes a seguir sus pasos. “Es una oportunidad que no se debe desaprovechar, pues la experiencia y el sentir que se obtiene de conocer sitios, personas, culturas e ideologías nuevas, cambian tu perspectiva de vida para bien”, afirma la joven mejicana.  Abdallah opina lo mismo: “Que lo hagan y que no se limiten a conocer un país diferente, porque se llevarán una gran experiencia, aprendiendo de diferentes ideas y formas de pensar”.

Cómo participar

Para Cáritas Salamanca, el voluntariado es la expresión de un compromiso por la construcción de una sociedad más humana e integradora. Por eso seguirá ofreciendo oportunidades para vivir la experiencia del voluntariado en un proyecto social, acercando la realidad de las personas sin hogar y de las afectadas por VIH sida. El único requisito es comprometerse con la labor, poniendo todas las ganas, ilusión y creatividad durante el acompañamiento.

Aquellos interesados en hacer un voluntariado , pueden ponerse en contacto con Cáritas Salamanca a través de la página WEB , en su sede central de C/ Monroy 2, a través del teléfono 923 26 96 98 o enviando un e-mail a voluntariado@caritasalamanca.org.

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