En dos jornadas de trabajo, 25 profesionales del ámbito de las adicciones, incluyendo ocho especialistas de Cáritas Salamanca, se reunieron para reflexionar sobre la hipermasculinidad y sus formas de expresión presentes en la sociedad.
Durante los días 9 y 10 de mayo, en Madrid, integrantes de las diferentes organizaciones que componen la Asociación de entidades de centros de día (ASECEDI) participaron en una formación centrada en el modelo de conducta relacionado con la hipermasculinidad, concepto que se encuentra muy presente en los 16 centros de día especializados en adicciones que conforman la asociación.
En la jornada se trabajó el tema de la hipermasculinidad como una idea que ayuda a identificar aquellos comportamientos o poses exageradas que abrazan una teatralización magnificada de la masculinidad, la virilidad y la destreza física en los hombres, las cuales suelen poner un fuerte acento en la fuerza, el aguante, la agresividad y/o el vigor sexual.
Durante la actividad, también se presentó la guía “Haciendo las cosas de otra forma”, elaborada por Fortunato Tapia y Jorge Cascales y que plantea diferentes ejemplos relacionados con la hipermasculinidad en la vida cotidiana y la elaboración de espacios de formación que tienen por objetivo trabajar patrones que relacionan este concepto con las adicciones. En relación con el tema, el co-autor Jorge Cascales señala que: “Es una construcción práctico-identitaria que trasciende o lleva al extremo la idea de lo que significa ‘ser hombre’, exagerando e identificando como normal y natural el pasar los límites de la masculinidad tras un ideario patriarcal”.
Con respecto al trabajo desarrollado a lo largo de los años en ASECEDI, José González Oreja, presidente de la asociación y técnico del centro de día de Cáritas Salamanca, señala que: “Seguimos con nuestro compromiso, repensando cómo trabajamos y educando la mirada para que no se banalicen las actitudes violentas. Como bien refleja la guía, siguen existiendo grandes carencias en el imaginario profesional a la hora de conectar el análisis social y la perspectiva de género con el diseño y aplicación de procesos de atención social”.
Estas jornadas fueron financiadas por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Droga, de la Secretaría de Estado de Sanidad.