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Cáritas Salamanca presenta el último Informe FOESSA de exclusión y desarrollo social con datos preocupantes

8 junio, 2022

Los sectores más perjudicados son las mujeres, los menores de 30 años y los migrantes. 

En la tarde de ayer, el salón de actos de Unicaja en la Plaza de los Bandos se llenó  de ciudadanos, medios de comunicación y representantes políticos de la sociedad salmantina para asistir a la charla que dio el sociólogo y analista Pedro Pérez Rey durante la presentación del Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en Castilla y León 2022. Un informe que, por desgracia, arroja datos preocupantes como el crecimiento de las brechas de exclusión social en hogares sustentados por mujeres, menores 30 años y personas migrantes. 

En su diagnóstico de la “la realidad de los olvidados” acompañado por la responsable de sensibilización de Cáritas Salamanca, Belén Santamaría, Rey comentó unos datos que ofrecen tanto «elementos para la preocupación», dada la envergadura de los efectos que la crisis ha tenido en la estructura social del país, como «razones para la esperanza», a la luz de las fortalezas que muestran ámbitos como «la participación social, la solidaridad, el voluntariado y las redes familiares».

En sus palabras: «es una barbaridad de incremento, ya que supone que hay un montón de gente que está en el estrato más bajo de la sociedad y en las perores condiciones». «Son personas que acumulan sobre sí un montón de problemas, no solo referentes a la pobreza económica, también a la soledad, a las malas relaciones sociales, además de problemas con el empleo y la vivienda. Y así hasta 37 indicadores diferentes», resumió el técnico de Cáritas Diocesana en referencia a los apartados de organización de la encuesta.

Una exclusión que se distribuye a través de tres brechas diferentes que ya existían antes de la pandemia, pero que se han visto incrementadas desde el último informe. En concreto, los problemas son más severos en aquellos hogares donde el principal sustento económico es aportado por una mujer, lo mismo que en aquellos en los que se trata de un menor de 30 años y, «en una proporción mucho mayor», cuando se trata de una persona de origen extranjero perteneciente al colectivo migrante.

Otra de las principales conclusiones del informe tiene que ver con el empleo y especialmente «el deterioro en las condiciones de trabajo», especialmente, desde el punto de vista de la capacidad que un empleo tiene como garantía para estar en una buena situación social. «Eso probablemente ha desaparecido ya. Ahora tendremos que hablar, no de tener un empleo, sino de tener un buen empleo», matizó Pérez Rey.

Por otro lado, el porcentaje de población ubicada en la zona de integración (o “la de la normalidad”), donde están aquellas personas y familias a las que no les afecta ningún indicador de exclusión social, y «donde debiera estar la inmensa mayoría de la población de una sociedad decente», según los datos del informe, se ha reducido en diez puntos, del 60 al 50 por ciento en Castilla y León.

Sin embargo, una de las medidas más solicitadas por la población que integra los estratos de exclusión social, el Ingreso Mínimo Vital, no está funcionando todo lo bien que debiera pues, con datos de 2021, solo lo percibe una de cada cuatro personas en situación de pobreza severa en la comunidad autónoma. «Es una gran noticia, pero está deficientemente implementado porque está planteado fundamentalmente desde la sospecha. Para poder acceder a él tienes que demostrar todo, incluso alguna cosa absurda, como es la obligación de presentar la declaración de la renta del año anterior», valoró el técnico, quien tampoco considera que se esté complementando bien con las ayudas autonómicas de inserción.

Con esta situación, la intención es mirar al futuro con optimismo y corregir, en la medida de lo posible, el preocupante avance de la exclusión social en Castilla y León. «Parece que los indicadores económicos van funcionando y, poco a poco, vamos saliendo de la crisis. Algunas de las medidas públicas han estado bien, pero son políticas pensadas para la clase media, y por eso conviene que pensemos en reorientarlas mejor», concluyó el técnico de Fundación Foessa y Cáritas Española.

INFORME COMPLETO

VÍDEO DE LA PRESENTACIÓN

 

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