Aprovechando la reciente publicación del ‘INFORME DE ECONOMÍA SOLIDARIA 2024‘ de Cáritas Española, nuestra voluntaria Esther Sánchez reflexiona en el espacio verde de junio sobre este concepto y lo que implica, además de profundizar en cómo lo aplicamos en nuestra Cáritas Diocesana.
Desde hace unos años, se utiliza el concepto ‘economía solidaria’ para referirse a las actividades económicas que buscan el bienestar de las personas y el respeto al planeta, por encima del beneficio económico. En este marco, que se inspira en valores como la justicia social, la equidad y la sostenibilidad, se encuadran organizaciones sociales como Cáritas. Es un modelo que busca no dejar a nadie atrás y demostrar que es posible producir, consumir y trabajar sin generar desigualdad ni dañar el medio ambiente. Es, en definitiva, la economía de la vida, que practica Cáritas.
En Caritas Salamanca respondemos a este enfoque aplicando el empleo inclusivo, el consumo responsable, las finanzas éticas, el voluntariado y la sensibilización.
Desde el enfoque del empleo, ofrecemos a las personas vulnerables itinerarios individuales, orientación, formación o intermediación laboral. Estamos integrados en programas nacionales y fondos europeos. Aplicamos, entre otros, el Programa ACCEDE, cofinanciado con fondos NextGeneration EU, ofreciendo a personas en situación de necesidad apoyo económico, orientación laboral, desarrollo de competencias digitales, y otras actuaciones para ayudarles a crear redes sociales y que alcancen niveles de autonomía.
Además, colaboramos estrechamente con la empresa de inserción socio laboral La Encina, que ofrece servicios profesionales de jardinería ecológica, limpieza integral, control de plagas y reparto sostenible, con personas en situación de vulnerabilidad a las que se ofrece formación, acompañamiento y trabajo real. Además, apostamos por prácticas sostenibles y participamos en contratos públicos responsables, generando así un impacto social y ambiental positivo en Salamanca.
Las alianzas con el tejido empresarial salmantino son fundamentales para lograr nuestras metas, reconociendo a las “Empresas con Corazón”, que ponen en práctica la contratación responsable.
En lo que se refiere al Consumo responsable, visibilizamos y sensibilizamos a la población a través de nuestro Espacio Verde, cuyo objetivo es promover la reflexión y fomentar la ecología integral y el consumo responsable en la ciudad, pensando en el cuidado de nuestra casa común. Y fomentamos la colaboración con entidades como Fiare banca Ética, que orienta recursos hacia proyectos sociales y sostenibles.
El voluntariado y la sensibilización son también piezas importantes de nuestra economía solidaria. Cáritas Salamanca cuenta con 494 voluntarios, pilar fundamental de la mayoría de sus proyectos. Gracias a ellos es posible realizar todas las actividades orientadas a no dejar a nadie atrás. Y no nos olvidamos de las acciones de sensibilización, tan necesarias para que el mensaje de la solidaridad “cale” en la sociedad: los círculos de silencio, actividades de calle, talleres (incluyendo ‘Abre los Ojos’) en centros educativos, colegios, facultades, etc. La mayoría de las veces, con la participación de personas atendidas en los diferentes recursos, para darles voz, así como los ‘espacios solidarios’ en medios de comunicación local.
Porque la economía no puede reducirse a números y beneficios. La verdadera riqueza está en las personas, en el cuidado mutuo y en el respeto por el entorno que compartimos. Desde Cáritas Salamanca demostramos cada día que otra economía es posible: una que pone la vida en el centro, que tiende la mano a quienes más lo necesitan y que siembra esperanza. Apostar por la economía solidaria no es una utopía, es una decisión urgente y necesaria. Es construir, entre todos, una sociedad más humana, más sostenible y, sobre todo, más justa. Apostemos como sociedad por la ECONOMIA DE LA VIDA.
Esther Sánchez, voluntaria de Cáritas Salamanca.